The Baby B’s de la crianza con apego

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Birth bonding: se refiere a la importancia de la forma en que nacen los bebés y de esos primeros momentos de vida. El Dr. Sears aboga por un parto respetado, en el que toda la familia sea tenida en cuenta y donde no haya ningún tipo de maltrato o violencia. La idea es que la madre pueda tener consigo a su hijo inmediatamente después de nacer y hacer contacto piel a piel. En el parto se espera que puedan estar presente el padre y las personas que hagan sentir cómoda a la madre. En caso de una emergencia, se deberían poder mantener las mejores condiciones para que bebé y mamá sean separados la mínima cantidad de tiempo posible.

Breastfeeding: la lactancia es una de las mejores maneras en que una madre puede leer a su hijo y aprender a practicar crianza con apego. El ideal es poder establecer la lactancia desde las primeras horas de vida y mantenerla exclusiva hasta alrededor de la mitad del primer año de vida. De ahí en adelante, mantenerla acompañada de sólidos, hasta que mamá y bebé lo decidan. El Dr. Sears propone la lactancia a demanda, sin horarios ni límites de tiempo. Esto no quiere decir que la crianza con apego no se pueda practicar si el bebé no amamanta. Pero es importante que cuando se de tetero se haga de forma amorosa, cargando al niño e imitando en la medida de lo posible ese momento de conexión que se establece entre madre e hijo cuando se amamanta. Me refiero sobre todo a no dejar al bebé tomando el tetero solo mientras la mamá o quien lo esté alimentando va y hace otras cosas.

Babywearing: los bebés que son porteados en un cargador durante varias horas al día son más calmados y permanecen en un estado de alerta tranquila. En sus cargadores, los bebés observan el mundo y aprenden muchas cosas gracias a las actividades diarias de la madre o de quien lo carga. El Dr. Sears dice que cuando uno portea al bebé se vuelve más sensible a sus necesidades. Los bebés aprenden a estar contentos y a confiar en su cuidador, pues siempre está a su alcance.

Bed sharing: el colecho es común entre los padres que practican la crianza con apego, sobre todo durante los primeros meses de vida. Sin embargo, el dónde y cómo se duerme es una decisión de familia y es posible practicar crianza con apego y no colecho, o hacerlo solo algunas noches, o la mitad de la noche. Un bebé suele dormir más tranquilo con la seguridad de su madre al lado y es especialmente útil si se está amamantando. El Dr. Sears está en contra del “cry it out” y del “controlled crying”, prácticas que consisten en entrenar a los bebés dejándolos llorar hasta que aprendan a dormirse solos.

Belief in baby’s cries: el bebé que llora no es un bebé que esté manipulando. Los bebés no son malcriados, sino que el llanto es su lenguaje y por medio de él expresan lo que sienten y quieren. “Crying is a valuable signal designed to ensure baby’s survival and to develop the parents’ caregiving abilities” (6). Las madres, en especial, estamos diseñadas para que el llanto del bebé nos ponga los nervios de punta y queramos ir a cargarlo y consolarlo inmediatamente. Aprender a escuchar el llanto del bebé y a identificar qué es lo que está pidiendo, es una habilidad que un padre que practica crianza con apego desarrolla más o menos en el primer mes de vida del bebé.

Balance and boundaries: la crianza con apego no significa que uno tenga que olvidarse de sí mismo, de sus otros hijos y de su matrimonio. La idea es encontrar el equilibrio necesario para suplir las necesidades propias y de los demás. Los padres que practican crianza con apego deben encontrar momentos para sí mismos, en lo que se re conecten entre sí, y consigo mismos. También deben aprender a pedir ayuda cuando la necesitan (¡y la van a necesitar!)

Beware of baby trainers: finalmente, el Dr. Sears advierte sobre el peligro de los bienintencionados opinólogos que pueden llegar a agobiarlo a uno con consejos de des-apego: déjelo llorar que se le malacostumbra; no lo cargue tanto que lo va a malcriar; los niños tienen que aprender a dormirse solos o no van a dormir solos nunca; dele leche de fórmula con cereal por la noche para que pase derecho; no le de teta todo el tiempo porque la coge de chupo; los bebés deben dormir solos en su cuna desde el primer día porque o si no van a dormir con usted hasta que sean adolescentes; y un largo etcétera. Busque sus propias estrategias para decir no muchas gracias, de manera educada, pero, sobre todo, no se deje crear inseguridades, que quien mejor conoce a su hijo es usted mismo. Además, hay miles de libros que prometen hacer dormir a su niño durante toda la noche con un par de noches de entrenamiento. Tenga cuidado, e investigue un poco más sobre los riesgos del entrenamiento de bebés, antes de decidirse por uno de esos métodos.

Fuente: The Attachment Parenting Book by William Sears, M.D., and Martha Sears, R.N.

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